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26/08/11


Altura e cáncro



  • Un estudio asocia la estatura con las probabilidades de desarrollar un tumor
  • Los expertos aseguran que el incremento del riesgo es muy pequeño

Ser alto está asociado con más probabilidades de sufrir uno de los 10 cánceres más comunes, según revela un estudio publicado en 'The Lancet Oncology'. Concretamente, aseguran los autores de la investigación, por cada 10 centímetros por encima de los 153 de estatura, el riesgo relativo aumenta un 16%.
Pero antes de alarmar a nadie, es importante aclarar lo que realmente significa un riesgo relativo del 16%. Como explica Emilio Alba, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), "si las mujeres tienen un riesgo absoluto de tener un cáncer de mama del 8% a lo largo de su vida, esto significaría que las altas (las que miden 10 cm más) tienen 9,28%". Lo cierto es que "el aumento de las probabilidades es pequeño" y la mayoría de la gente no es tan alta como para que el riesgo incremente de forma significativa.
Este no es el primer estudio que relaciona la estatura con el cáncer. Muchos trabajos epidemiológicos han demostrado que las personas más altas tienen un riesgo también más elevado de padecer cáncer. "Pero no quedaba claro si esto ocurría con cualquier tipo de cáncer y tampoco se habían tenido en cuenta otros factores que pueden influir, como el tabaco y el estado socioeconómico", afirma el principal investigador, Jane Green. Por esta razón, su objetivo y el de su equipo de científicos, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), era investigar dicha asociación y analizar la influencia de otros determinantes.
Sim, a planificaçom da
Raça 
Después de hacer un seguimiento de 10 años a 1,3 millones de mujeres, los expertos británicos registraron una incidencia de 97.376 casos de cáncer. Observaron que con la altura, aumentaba el riesgo del cáncer rectal, de colon, de mama, melanoma maligno, útero, ovario, riñón, linforma del sistema nervioso cental, linfoma no hodgkin y leucemia.
Parece que las estadísticas "no variaban significativamente teniendo en cuenta aspectos como la situación social y económica, la ingesta de alcohol o el índice de masa corporal, entre otros". Sólo en pacientes que no habían fumado, la incidencia de cáncer era especialmente menor.
Esto significa, en palabras del presidente de la SEOM, que ser más alto puede ser un factor más, al igual que lo es la edad de la primera menstruación. "Se trata de un determinante débil" y además, remarca, sólo se trata de "una asociación, no de una relación causal". (Ambos ligados ao factor Raça)

Otros factores

No hay que olvidar que "existen otros muchos aspectos ambientales que podrían ser importantes, como el tabaco", indica el especialista español. De hecho, "más de 90% de las personas con cáncer de pulmón son fumadores".
Además, el grupo de científicos revisó y comparó sus resultados con los de otros 10 estudios previos, concluyendo, entre otras cosas, que los resultados se pueden extrapolar también a los hombres. "Demostramos que la relación entre mayor estatura e incremento del riesgo de cáncer es similar en diferentes poblaciones de Asia, Australia, Europa y del Norte de América". La asociación, por lo tanto, es común en distintos tipos de cáncer y en distintos países, lo que sugiere que "puede haber un mecanismo que quizás actúa en las primeras fases de la vida, en el momento del crecimiento".
Aunque no hay nada claro en este sentido, los científicos británicos creen, aunque "no está demostrado", que las hormonas de crecimiento (como los factores de crecimiento de tipo insulina) pueden tener la clave. "Niveles más altos de factores de crecimiento podrían causar más células. Las personas altas están constituidas por más materia, así que tienen más células y podrían transformarse y hacerse tumores. O bien, podrían aumentar la división de las células y también el riesgo de cáncer".
En cualquier caso, en el comentario que acompaña al artículo de 'The Lancet Oncology', Andrew Renehan, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), apuesta por realizar más investigaciones que incluyan a grupos de personas más jóvenes [ya que en este caso, la media de edad de las participantes era de 56,3 años] y se valore la capacidad para predecir que puedan tener aspectos como la altura, la alimentación, el estrés psicosocial, etc.".

18/07/11

Supremacia ocular nos homes


O único que nom te medra

Desde que nacemos estamos en permanente evolución, el cuerpo humano es una máquina perfecta que va creciendo y desarrollándose a medida que cumplimos años. Sin embargo, hay partes que permanente inalterables al paso de tiempo, o casi. Es el caso de los ojos, conocidos como el órgano de la visión.

Olho azul
Es una de las frases más repetidas cuando observamos a un bebé. "¡Qué mono, si es todo ojos!", exclaman admirados propios y extraños -para regocijo de los padres-, cuando se detienen a mirar su linda carita; y es que en comparación con otras partes de la cara y el cuerpo, los ojos de los bebés nos parecen desproporcionadamente grandes. Pero todo tiene su explicación. Mientras que la nariz, las orejas y el resto del cuerpo van a crecer considerablemente a lo largo de la vida, los ojos no tanto.

Poseen una estructura increíblemente compleja y, según los expertos, el volumen, la superficie y la longitud axial del ojo varían (sí, sí, varían, has leído bien) durante los primeros años de la vida.

Así lo explica el Dr. Agustín Fonseca, jefe de Oftalmología en el hospital La Paz de Madrid: "Cuando nacemos, nuestro sistema visual no está totalmente desarrollado, por lo que el ojo y casi todas sus estructuras van a sufrir importantes cambios cualitativos, cuantitativos, anatómicos y fisiológicos, más acusados en los primeros años de la vida, pero que no concluyen hasta pasada la pubertad."

El ojo de un bebé recién nacido tiene aproximadamente un 65 por ciento del tamaño del ojo adulto. Lo cual indica que crece durante el primer año de vida para terminar de madurar entre los 3 y los 12 años.

Los cambios más rápidos de forma y volumen se presentan entre los 6 meses de gestación y los 18 meses de vida, pero ya durante la primera semana de la vida se aprecian variaciones.

En una primera fase, desde el parto hasta los 2 años de edad, el ojo crece unos 4 mm. En la segunda, que comienza a los 2 o 3 años, el incremento es más lento (0,4 mm por año durante los próximos 3 o 4 años) y, después de los 5 o 6 años, aumenta poco más de 1 mm hasta alcanzar la longitud axial del adulto.

Está demostrado que los ojos de los hombres superan en tamaño a los de las mujeres. Según los estudios realizados, cada ojo tiene forma de esfera de 2,5 cm de diámetro, siendo los ojos del hombre medio milímetro más grandes que los de la mujer.

Otra de las cosas que más nos sorprende es el cambio que se produce en el color de los ojos. El color del iris cambia durante los seis primeros meses después del nacimiento, y depende de la cantidad de pigmento libre y del número de melanocitos existentes.

Si el iris al nacer está poco pigmentado los ojos serán azules, si tienen mucho pigmento serán oscuros, pero el color definitivo se alcanza a los doce meses, cuando ya tiene toda su pigmentación.

02/04/11

Midetela, palpatela, tocatela ...


Fertilidade ligada ao tamanho


Cuando se trata de fertilidad masculina, pareciera que el tamaño sí importa.



La dimensión en cuestión no es del pene o de los testículos, sino una medida conocida como distancia anogenital (AGD por su sigla en inglés).


Los hombres con una distancia menor al promedio (alrededor de 52 milímetros) tienen siete veces más probabilidad de ser subfértiles que aquellos con una AGD mayor, de acuerdo a un estudio publicado el viernes en la revista Environmental Health Perspectives.




La distancia, medida desde el ano hasta la parte inferior del escroto, está asociada con la fertilidad masculina, incluyendo el volumen del semen y el conteo de esperma, según el equipo. Cuanto menor la AGD, mayor probabilidad de tener un bajo conteo de esperma.

Esto ofrece la perspectiva de un test relativamente simple de control para los hombres, dijo la co-autora del estudio Shanna Swan, del Centro Médico de la University of Rochester.





"No es invasivo y cualquiera puede hacerlo, y no es sensible al tipo de cosas que afectan el conteo de esperma, como el estrés, la presencia de un resfrío o si hace demasiado calor", explicó Swan en una entrevista telefónica.

"Si alguien tiene una AGD corta, sobre todo si tiene problemas para concebir, le diría que acuda al médico especialista en fertilidad, debido a que hay mucha probabilidad de que haya algún problema", agregó