El 20% de los bosques gallegos habrá desaparecido antes de 2060
- WWF y Correos escogen Galicia para su proyecto de recuperación forestal
- Plantan especies autóctonas en colaboración con los comuneros del Val Miñor
- La comunidad sufrió 150.000 incendios en quince años, la mitad de toda España
Los bosques de Galicia están en peligro y la necesidad de un plan de gestión forestal a corto plazo es imprescindible para frenar la desaparición de la masa arbórea. La organización ecologista WWF Adena advierte de que la comunidad gallega sufrió 150.000 incendios y conatos de incendio (menos de una hectárea de superficie) desde 1995 y de no frenar el ritmo los daños serán irreparables.
"El 6% de la superficie forestal de Galicia ardió en los últimos quince años", afirma Lourdes Hernández, responsable del proyecto de Restauración de WWF España. Si se mantiene la misma proyección, en los próximos 50 años se triplicaría la cifra y alcanzaría al 20% de los bosques gallegos.
Una mejora de la gestión forestal a corto plazo es la única vía para frenar el avance desastroso y aprovechando el Día Internacional contra la Desertificación, se presentó el último proyecto de restauración de bosques autóctonos que lleva a cabo WWF y Correos. Son 12 hectáreas de tres montes de la comarca del Val Miñor.
Baiona, Nigrán y Gondomar
Desde julio de 2010 y en colaboración con la Mancomunidad de Montes, se ha trabajado en la restauración de bosques en Santa Cristina de Ramallosa (Baiona), Borreiros (Gondomar) y Chandebrito (Nigrán), además de otras cuatro hectáreas en la provincia de Lugo.
Robles, castaños, avellanos, madroños y acebos se plantaron el pasado mes de marzo en zonas en las que los árboles han retrocedido por diferentes causas. "En Galicia hay pocos bosques invulnerables, han ido desapareciendo muchas 'carballeiras' (robledales) en las montañas interiores y en las zonas costeras", señala Lourdes Hernández.
La expansión del eucalipto y el pino, en detrimentos de especies autóctonas, se debe a una "mala gestión forestal sostenible" y aporta "poca diversidad" que provoca "graves daños al suelo", añade la organización ecologista. En su informe 'Los Bosques que nos quedan' apunta que sólo representan en la actualidad el 29% del territorio que potencialmente podrían ocupar y calculan que para revertir la situación y conservar al menos un 30% de bosque, habría que restaurar para el año 2030 unas 2,6 millones de hectáreas, plantando 2.000 millones de árboles y arbustos.
Montes productivos
Desde la Mancomunidad del Val Miñor, su gerente, Xosé Alfredo Pereira, cree que el único futuro de los montes pasa por darles un carácter "multifuncional y sostenible" para beneficio de toda la sociedad. "Hemos escogido esta comarca porque su estado es muy similar al del resto de Galicia y tiene una gran diversidad", argumenta la responsable del proyecto.
Tanto comuneros como ecologistas apuestan por montes "productivos", pero sin perder de vista otros usos. "No sólo es para las celulosas, sino también para turismo, extraer miel y hongos. Se enriquecen cuanto se les da valor", señala Lourdes Hernández.
En Galicia, el gran problema sigue siendo el abandono de las parcelas privadas que existen alrededor de los montes comunales, puesto que el 98% es privado y el 80% no superan la media hectárea. "La mitad de los incendios de España son en la comunidad gallega", destaca la organización ecologista. Un recorrido por Chandebrito permite observar el avance de las especies plantadas hace sólo tres meses.
A terra nom tem valor se nom existe um povo que lhe dea ese valor |
Em 2060 já nom habrá galegos
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