Nova dentadura
Hace 11 millones de años por Castell de Barberá, en el Valle del Penedés (Cataluña), se paseaba un pequeño primate, de no más de siete kilos de peso, cuyos restos han ayudado a conocer el origen de los monos en Eurasia. Varios dientes de una hembra de este simio, bautizado como 'Barberapithecus huerzeleri', acaba de ser descrito por investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafot (ICP) en la revista 'American Journal of Physical Anthropology'.
El hallazgo de este nuevo género de pliopitécido, se remonta a los años 70, cuando el propio Miquel Crusafont encontró los fósiles en el yacimiento, si bien entonces los investigadores no precisaron si era una nueva especie. Durante décadas, los dientes fueron una incógnita pendiente a la que se acercaban algunos científicos sin llegar a clasificarlos de forma definitiva.
Finalmente, el pasado año, los investigadores del ICP Salvador Moyà y David M. Alba retomaron el estudio y han logrado determinar que este primate vivió hace 11 millones de años, en el Mioceno; que los 15 dientes eran de una hembra (los caninos son pequeños) y que "es un género de transición evolutiva que ayuda a entender de dónde llegaron simios posteriores", según explica a ELMUNDO.es Salvador Moyá.
El paleontólogo señala que el 'Barberapithecus huerzeleri' fue bautizado así en reconocimiento de la localidad donde se ha encontrado y del paleontólogo suizo 'Johannes Hürzeler', que colaboró Crusafont.
Origen africano
El origen de los pliopitécidos se remonta a África. Fue allí, hace entre 25 y 30 millones de años, cuando su rama se separó de la de los primitivos catarrinos (los simios del Viejo Mundo), antes de otra división que separó evolutivamente a los monos del Viejo Mundo (los cercopitecoideos) y los antropomorfos y los humanos. Hace unos 18 millones de años, se expandieron por Eurasia, donde hasta entonces no había simios, dando lugar a diferentes especies.
Estos pliopitécidos tenían una dentadura muy particular, con dos molares y crestas en el esmalte de sus molares inferiores. Se sabe que comían frutas, en lugar de hojas, como sus probables descendientes.
Aún se sabe muy poco de aquellos primeros simios europeos. Tradicionalmente, se han dividido en dos grupos: los pliopitecinos y los crouzelinos, pero para los investigadores catalanes, este nuevo género del Penedés indica que igual se han incluido en los crouzelinos restos que no están relacionados y que tuvieron una evolución independiente a partir de los ancestros pliopitecinos.
El pliopitécido más antiguo que se conoce en la Península Ibérica está en otro yacimeinto de la zona, el Abocador de Can Mata, también en la cuenca del Vallés-Penedés. En otro artículo publicado por investigadores del ICP en el mismo número de esta revista, se documenta el hallazgo de un diente que representa el resto fósil más antiguo de este grupo de primates en la Península, de hace 12 millones de años.
El yacimiento de Castell de Barberà podría ser algo más moderno que Abocador Can Mata, pero, como Moyà destaca, durante 20 años ha sido de gran importancia debido a la gran cantidad de restos de fauna que se ha encontrado. "Se cree que los restos de los animales llegaron aquí arrastrados por una corriente de agua, después de morir cuando bebían", explica el paleontólogo. Allí han localizado fósiles de mamíferos roedores, insectívoros, cerdos, félidos dientes de sable, etcétera.
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