Dexenere mental em UK
Los autores hallaron que casi el 1 por ciento de los británicos mayores de 16 años es autista, una tasa similar a la observada en niños. Tampoco se identificó una mayor tendencia a la enfermedad en los más pequeños.
"Nos sorprendió a todos. Si esto es correcto, cuestiona la epidemia de autismo", dijo Traolach Brugha, psiquiatra de la University of Leicester que participó del estudio.
La nueva encuesta, publicada en Archives of General Psychiatry, es la primera en proporcionar la tasa de autismo en adultos de la población general.
Los trastornos del espectro autista, que van desde el Síndrome de Asperger leve al retraso mental y la discapacidad social, afectan al 1 por ciento (uno de cada 100 niños) en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés), que estimaron en el 2009 un aumento de las tasas de autismo del país norteamericano desde el 2002.
En el Reino Unido, las encuestas anteriores habían identificado una tasa de autismo mucho más baja y también habían sugerido una tendencia creciente en los últimos años.
Cada vez más investigaciones atribuyen en parte, si no en todo, el crecimiento de los casos de autismo a los cambios en la forma y la frecuencia del diagnóstico. Los niños a los que antes se les diagnosticaba retraso mental, por ejemplo, ahora tienen un desorden del espectro autista.
El equipo utilizó datos de la tercera edición nacional del Sondeo de Morbilidad Psiquiátrica Adulta, realizada en el Reino Unido en el 2007. Algo más de la mitad de los 13.171 hogares contactados aceptaron participar.
Primero, los participantes respondieron un cuestionario de detección del autismo que se utilizó para seleccionar a los que se evaluaría clínicamente.
Los autores hallaron 19 participantes con autismo en 2.828 (o 9,8 de cada 1.000 adultos), pero sin signos confiables de que la edad influyera de alguna manera en esa tasa.
Se diagnosticó en 18 de cada 1.000 hombres, comparado con dos de cada 1.000 mujeres. Las personas autistas eran más propensas a vivir en hogares sociales y a tener un menor nivel educativo que el resto.
Para Brugha, se deberían hacer otros estudios para confirmar los resultados, dada la poca cantidad de personas autistas identificada. El experto dijo sentirse decepcionado al descubrir que ninguna persona diagnosticada con la evaluación clínica del estudio conocía su estado.
"Nunca les habían diagnosticado el trastorno. El problema es que se ignoró el autismo en los adultos y sólo se tenía en cuenta el autismo en los niños", añadió.
FUENTE: Archives of General Psychiatry