La Testosterona es una hormona producida por los testículos. En realidad es una prohormona, ya que para realizar su acción fisiológica o farmacológica debe reducirse en posición 5-alfa-dihidrotestosterona, que es la hormona activa. Es una hormona propia del género masculino, y que participa en multitud de procesos metabólicos y funciones generales de nuestro organismo.
La falta de esta hormona puede dar lugar a múltiples síntomas como pérdida de deseo sexual, problemas de erección, pérdida de masa muscular, déficits de atención, perdida del vello, obesidad abdominal, etc.
Este síndrome ha recibido varios nombres, pero el más utilizado en la actualidad se llama LOH (Late-Onset Hypogonadism) en español algo así como 'Hipogonadismo de Aparición Tardía', también conocido como Andropausia.
Muchos pacientes que consultan por este motivo además de pérdida de deseo sexual tienen problemas de erección. El diagnóstico es sencillo, se basa en una adecuada historia clínica y sexual y un análisis de sangre evaluando determinados parámetros. Tiene tratamiento efectivo y seguro, mediante la administración de la testosterona que le falta al paciente.
Como comentábamos en el blog previo, los problemas de erección se asocian con un riesgo elevado de problemas cardiacos. Un reciente estudio presentado en el Congreso Europeo de Endocrinología celebrado en Praga por el grupo italiano del Dr. Maggi demuestra que el hecho de tener la testosterona baja aumenta el riesgo de morir por un problema cardiovascular.
Por tanto, esto nos da pie a decir que se deben medir los niveles de testosterona en todos los hombres que tienen problemas de erección tengan o no problemas de deseo sexual, y que si están bajos debe considerarse su reposición.
Como mensaje a nuestros cibernautas, no podemos dejar de decir que quien padezca este tipo de problemas (disfunción eréctil o falta de deseo sexual) debe consultar, porque además de poder tener solución el problema concreto será una oportunidad para evaluar su riesgo cardiovascular y poder prevenir un problema mayor. El problema, es que veces estos síntomas tardan mucho tiempo en instaurarse, y tanto médico como paciente, tardan en identificarlos.
Además de estos factores la obesidad es un factor importante que está relacionado con la falta de testosterona y con los problemas de erección. Como hemos comentado en blogs previos, la obesidad y el sedentarismo son grandes enemigos de una buena vida sexual. El ejercicio físico, por sí mismo, aumenta de niveles de testosterona y puede aumentar de una manera natural el deseo sexual.
Muchas veces el tener poco deseo sexual se puede interpretar como normal, o como causa del estrés, el cansancio, etc. Quería lanzar una pregunta a nuestros seguidores, ¿Usted o su pareja han sufrido alguna vez este problema? ¿Cómo buscaron ayuda? ¿Lo solucionaron?
En fin, espero que estas líneas puedan ayudar a muchos pacientes a consultar a su médico de Atención Primaria o Urólogos. Hasta la semana que viene mis queridos cibernautas.
Sem comentários:
Enviar um comentário