15/10/09

MRA SUDAFRICA



"Ya es hora de dejar el miedo atrás. Ha llegado el momento de que todos los afrikaners auténticos se apoyen los unos a los otros y peleen hasta el final, cueste lo que cueste". Con los brazos extendidos y el tono grave de su vozarrón resonando por todo el ayuntamiento, Eugene Terre Blanche utiliza palabras que evocan el pasado en su llamamiento al 'afrikaner volk', el pueblo africano blanco, por lo general de origen holandés.


El que fuera el temido dirigente del movimiento racista de la supremacía blanca en la Sudáfrica del segregacionismo ha vuelto. Está menos exaltado y más comedido que en sus tiempos de mayor gloria, en los años 80, pero su mensaje no ha cambiado en lo fundamental.

A sus 300 partidarios de Ventersdorp, una pequeña localidad agrícola en decadencia de la árida meseta esteparia sudafricana, les dice que está dando respuesta al llamamiento de los 'boers' -agricultores- y está revitalizando el Movimiento de Resistencia Afrikaner (AWB), de tendencia nazi. El objetivo es salvar a los blancos de la opresión del del partido de los negros, el Congreso Nacional Africano (CNA).

"Nuestro país está gobernado por delincuentes que asesinan y roban. No había otra tierra mejor que ésta y ellos la están arruinando», gritaba Terre Blanche en Ventersdorp entre grandes ovaciones, mientras se secaba la saliva que le caía por la barba con un pañuelo cuidadosamente planchado. "Nos están oprimiendo otra vez", decía. "Otra vez nos levantaremos".

Seis años entre rejas

Como siempre, invocó el recuerdo de la Guerra de los Boers, hace más de un siglo, en la que unos 26.000 afrikaners murieron en campos de concentración erigidos por los británicos. "Si combatimos la Commonwealth británica, también podremos sobrevivir al CNA", declaró Terre Blanche, que con sus aliados había convocado el mitin para unir a 23 grupos de extrema derecha bajo la única bandera del AWB. Quieren llevar la lucha de los afrikaners libres al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, donde van a exigir su derecho a crear una república secesionista.

La extrema derecha en la actualidad está compuesta por no menos de 60 grupos diferentes, algunos de ellos minúsculos, y tiene una presencia política marginal. Terre Blanche aún no ha sido capaz de atraer a una gran audiencia como la que en otros tiempos conseguía. Sin embargo, él y sus lugartenientes están aprovechando un rico filón de descontento social entre los blancos.

Terre Blanche, de 68 años, ha vivido en un segundo plano relativo desde 2004, cuando salió de prisión tras cumplir una condena de seis años por agredir en una gasolinera a un empleado de raza negra y por intento de asesinato de un guardia de seguridad. Ahora asegura que el AWB pretende seguir una vía legítima hacia la independencia y que no está haciendo ningún llamamiento a la lucha armada. Al menos, de momento.

Al término del mitin de Ventersdorp, los organizadores procedieron a interpretar, de la forma más conmovedora, el antiguo himno nacional del país: 'La llamada de Sudáfrica'.

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