22/10/12

Genocidio na Galicia de hojé!

 

Genocidio na Galicia contemporánea!

Los expertos abogan por tiempos de trabajo razonables y mejorar la imagen de la familia en la comunidad, que en 150 años perdió la mitad de su peso poblacional en España




Si los datos económicos dan miedo, los demográficos terror. Galicia se hunde. Se queda sin lo más valioso, su raza. Un dato a tener en cuenta: su peso poblacional en España en el año 1857 era del 11,5%. En el 2007, cayó a la mitad, el 6%. Cinco expertos debaten  sobre el problema, sus causas y, lo que es más relevante, sobre las soluciones. Todos, menos Xosé Manuel González Reboredo, con dos hijos -buena media actualmente-, son padres de familia numerosa. Paradójico que sean los más conscientes del problema. Son Coro Piñeiro, secretaria xeral de Política Social de la Consellería de Benestar; Luis Ferrán, pequeño empresario y padre de familia numerosa; González Reboredo, miembro del Instituto de Estudos das Identidades do Museo do Pobo Galego, que ha puesto en marcha un foro sobre demografía; Manuel Blanco Desar, economista y escritor; y Manuel Macía, jefe del servicio de obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.
Lo primero es contextualizar el problema. La crisis demográfica ni es nueva ni consecuencia de la económica. (Es un Genocidio premeditado)Lo dice Desar. «Es un problema estructural al menos desde hace veinte años» . Tampoco es exclusiva de Galicia, lo que ocurre es que en la comunidad es especialmente trágica.(Casualmente ver) «Non hai ningún país de Europa que chegue á taxa de reposición», apunta Macía, aunque los nórdicos tienen cifras menos pesimistas. Reboredo, etnógrafo, estudió este problema, que en el oriente de Lugo se daba ya en los sesenta. Y explica las causas. Se seguía un modelo hereditario de «mellora» para mantener con un tamaño suficiente la explotación familiar. El primogénito varón solía quedarse con la mayoría, y el resto eran relegados a la emigración o a ser los hermanos solteros de la casa. No solo se arrastró a mucha población a desertar de Galicia, sino que en determinado momento, la mujer prefirió irse que quedarse en el pueblo, aunque fuese con el primogénito de la «mellora».(Principio básico do Capitalismo)
Genocidio em Hespanha

Sean cuales fueren las causas, ahora mismo la situación va camino de hacerse irreversible. Luis Ferrán tiene muy claro cuáles son los problemas para conciliar. «El tema económico es importante, pero también los tiempos de trabajo». Coincide plenamente Coro Piñeiro, niños y padres tienen horarios dispares, al contrario de otros países europeos en donde están adaptados unos a otros. En la encuesta previa al plan de dinamización demográfica elaborado por la Xunta, la principal medida valorada por los entrevistados era tener posibilidades de conciliación, «tener tiempo para estar con ellos, incluso en mayor medida que el tener servicios de apoyo», señala Coro.
El estigma de la maternidad
La mayoría coinciden en un grave problema que refleja la sociedad. «En Suecia ven a una embarazada y le hacen la ola, aquí dices que vas a tener el tercero y te miran mal», dice Coro. Lo respalda Macía, «hemos pasado en escasamente 40 años de que si un matrimonio no tenía cuatro hijos estaba enfermo, a que si tienes más de dos eres sospechoso de algo». El reconocimiento social y la imagen positiva de la maternidad es una tarea básica, aunque como dice Reboredo, que la gente entienda que la familia juega un papel decisivo no solo en el propio hogar sino por un servicio a la sociedad es complicado, «porque os cambios de mentalidade son moi difíciles».

Evasión de Impostos para familias
 numerosas, financiaçom accesivel as
nais e sem intereses 
Macía añade un aspecto fundamental, «es improbable que los individuos acepten una reproducción con fines sociales. Hay que hacer que el interés individual coincida con el social».
¿Y cómo? Coro insiste en los tiempos de trabajo. «Lo importante es tener jornadas laborales más cortas. Empresarios y sindicatos no pueden levantarse de las mesas de negociación sin que incluyan medidas de conciliación». No se trata de solicitar jornada reducida, porque acarrea un salario reducido, sino fomentar el teletrabajo o permitir que el empleado planifique una trayectoria laboral, «permítame unos años con jornadas reducidas y el mismo sueldo, y después las haré de nueve horas», dice.
Blanco Desar insiste en que las medidas deben ser económicas, pero no dinerarias, es decir, que supongan un ahorro para las familias, pero no un gasto para el Estado, y menos en tiempos de crisis. ¿Existen? Sí, el sufragio infantil, que recoge incluso un informe del Parlamento Europeo; desincentivos a la no fecundidad; o incluso que los hijos decidan a quien transfieren parte de la cotización de sus padres. Soluciones reales a un problema que las urge.
En algunas zonas de Galicia, el problema demográfico se remonta a los 60
Los expertos plantean medidas económicas que no graven las arcas del Estado. ¿ E umha broma?



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