09/10/11

Castros em lugo


Castros em Lugo



La investigación realizada a lo largo de los últimos años en el territorio gallego por administraciones, universidades y entidades privadas ha dejado al descubierto un numeroso patrimonio cultural con la localización de más de 3.500 poblados fortificados o castros en los que habitaban nuestros antepasados. Según los datos de la Consellería de Cultura, alrededor de 800 de estos núcleos están emplazados en la provincia de Lugo, una cifra que el departamento autonómico revisa en la actualidad.
La Xunta licitó recientemente un concurso de más de 226.000 euros destinado a trabajos de consolidación arqueológica y limpieza en el Castro de Viladonga, situado en el municipio lucense de Castro de Rei. Se trata de uno de los yacimientos más importantes por haber permanecido habitado durante más de ocho siglos, lo que lo ha convertido en un sitio clave para conocer, estudiar y comprender la evolución de la cultura 'castrexa' (castreña) en la etapa galaico-romana.
Los numerosos objetos aparecidos en las proximidades del monte sobre el que se asienta el castro, así como el descubrimiento de un torques de oro en 1911, dieron origen a las excavaciones en el año 1972. Desde entonces los trabajos de recuperación de materiales, conservación y limpieza han sido continuos.
A tan sólo 23 kilómetros de la muralla romana de Lugo, el conjunto arqueológico ocupa un monte que domina un amplio panorama sobre la Terra Chá lucense y las sierras de Monciro, Pradairo y Meira. El alto de la colina está protegido por un total de cuatro murallas de piedra y tierra y fosas en forma de 'u'. Los investigadores creen que en su época de esplendor pudieron habitar el poblado hasta 250 personas, ya que los trabajos de los arqueólogos sacaron a la superficie los restos de un pueblo que ocupaba toda la corona del monte.

Viladonga fue 'desenterrado' del interior de una colina. | S. P.
Viladonga fue 'desenterrado' del interior de una colina. | S. P.


Desde el inicio de los trabajos han ido apareciendo numerosos objetos de bronce o hierro, molinos o aperos de labranza, así como fragmentos de cerámica de diferentes formas y decoraciones. Se cree que el asentamiento tuvo su origen entre los siglos II o I a.C. aunque su esplendor llegó en los siglos III y V, convirtiéndose en uno de los mejores ejemplos de integración de la cultura castreña en la Galicia romanizada.

El museo recoge los hallazgos

Los descubrimientos de Viladonga llevaron a sus responsables a idear la construcción de un museo monográfico, puesto en marcha en 1986, en el que mostrar todos los hallazgos hechos sobre el terreno. Su director, Felipe Arias, destaca "la función social, turística y divulgativa" de un museo "en el que el trabajo nunca termina". Arias agradece el compromiso de la Xunta con el castro y destaca que en este momento"hay que priorizar la consolidación y mantenimiento por encima de la investigación", aunque los labores de los técnicos también incluirán nuevas excavaciones en el yacimiento.
La ayuda concedida por la UE a través de la Xunta permitirá continuar los trabajos de consolidación del castro, cuyas estructuras pueden verse afectadas por las inclemencias del tiempo. "Los yacimientos al aire libre sufren con las nevadas, el viento o el agua, por lo que su cuidado debe ser permanente", expone Arias. Los trabajos se prolongarán hasta el año 2013.

¿En qué lugares intervenir?

Para llevar a cabo actuaciones en los asentamientos castreños existentes en la comunidad, la Consellería tiene en cuenta diversidad de criterios como la titularidad del castro, la posibilidad de acceso o la disponibilidad económica para acometer las intervenciones. Felipe Arias, que fue director xeral de Patrimonio en la Xunta bipartita, explica que la excavación en Castro de Rei se debe "a la calidad y cantidad de los materiales encontrados" en los últimos años.
El castro de Viladonga cuenta además con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural, un distintivo que incrementa el interés científico de la zona. La Consellería de Cultura es propietaria únicamente del Castro de Viladonga, transferido a la comunidad por el Ministerio de Cultura, y del yacimiento de Cidadela en Sobrado dos Monxes (A Coruña), adquirido años atrás. El resto de emplazamientos galaico-romanos de la provincia de Lugo son de titularidad municipal, recaen en manos de terrenos vecinales o de otras administraciones. Con todo, la Xunta tiene la capacidad de intervención en todos ellos, aunque en algunas ocasiones se haga necesario alcanzar convenios de colaboración con sus propietarios.
Visión aérea de Viladonga.
Visión aérea de Viladonga.

Otras actuaciones

En los últimos años han colaborado con las labores de consolidación y puesta en valor de los castros de Fazouro (Foz), Castromaior (Portomarín) o Zoñán (Mondoñedo), entre otros. La participación de la administración ha consistido en actuaciones relacionadas con la limpieza del terreno, adecuación de accesos y señalización, levantamientos topográficos, excavaciones arqueológicas o labores de investigación científica. Por el momento, Patrimonio no prevé nuevas intervenciones en los asentamientos de la provincia.
En el año 2006 la colaboración del departamento autonómico de Medio Rural y un campo de trabajo de voluntariado permitieron la intervención en el castro de Formigueiros (Samos), uno de los referentes de la zona centro-oriental lucense desde el que ver, en días claros, la ciudad de Lugo. En el lugar aparecieron losas con grabados incisos de carácter naturalista, como caballos o peces. Se consideran "de enorme originalidad dentro de la cultura galaico-romana y, por lo tanto, de gran interés", explican los técnicos.
Felipe Arias coincide con la Xunta en que la intervención en el territorio depende de "múltiples factores", aunque el número de castros excavados "sigue siendo una minoría", subraya. Arias lamenta que en un momento de crisis como el actual "siempre sea el patrimonio cultural el que se ve afectado". Según el investigador, "los políticos dicen en sus programas que el patrimonio y la cultura son bienestar social, un indicador de calidad de vida, pero a la hora de recortar siempre empiezan por ahí".
El director del museo de Viladonga apuesta por un cambio en "las prioridades de gasto" de las administraciones públicas que defienda la preservación y la puesta en valor del patrimonio. Solo así será posible llegar a conocer nuestro pasado sacándole el polvo desde la raíz, desenterrando los secretos que todavía permanecen bajo tierra.

1 comentário:

Nemigo disse...

non penso que a falta de excavacións no "territorio gallego" (sic) sexa xustificable por problemas económicos. Sobran voluntarios interesados en coñecer o patrimonio galego. As universidades están inzadas de xente e tódalas administracións teñen en nómina personal calificado. Ata algúns concellos teñen arqueólogo municipal

Debéramos deixar de chorar e pasar á ofensiva histórico-cultural. Non pode ser que pra excavar un castro se teña que destruir ou pra destruilo dicir que se excava (cociñadoiro, Arteixo)