Estrés nas Elites
Ocupar una jefatura tiene sus ventajas: mejor sueldo, poder, capacidad de imponer las decisiones... pero también tiene sus inconvenientes, como es sufrir un nivel de estrés mucho más elevado, y este es un efecto que sufren los humanos, pero también otros simios, como los babuinos de sabana.
Esta es la conclusión de un estudio realizado por la Universidad de Princeton (EE. UU.) tras el seguimiento de cinco grupos sociales de babuinos salvajes en el Parque Nacional Amboseli (Kenia), que ha permitido estudiar el comportamiento, la psicología y los efectos fisiológicos en 125 machos adultos durante nueve años.
Los investigadores, que publican sus resultados en 'Science' esta semana, comprobaron que entre los machos alfa (los que ocupan el primer lugar en la jerarquía social de los babuinos) tienen más altos niveles de las hormonas del estrés que los machos beta, que ocupan una posición inferior. Como aseguran en sus trabajos, este hecho repercute en su salud y en su bienestar.
Laurence R. Gesquiere, primer firmante del artículo, apunta que esta constatación es importante para comprobar "los costes y las ventajas que tienen estar en lo alto de la jerarquía, algunos de los cuales pueden persistir cuando hay cambios en el sistema". Gesquiere, que trabaja en el laboratorio de Robert Altman, del departamento de Biología y Ecología Evolutiva, recuerda que, aunque los babuinos no tienen un parentesco genético estrecho con los humanos, "si viven en sociedades organizadas", por lo que sus conclusiones se pueden extrapolar.
El grupo de investigación que dirige Altman lleva cuatro décadas recogiendo las historias individuales y los datos sobre comportamiento de la población de babuinos de Amboseli. En este trabajo, su objetivo era medir los niveles de dos hormonas relacionadas con el estrés, los glucocorticodes y la testosterona, para lo cual tuvieron que recoger las heces de los simios durante nueve largos años. Eso sí, lograron entre cinco y 10 veces datos que cualquier estudio anterior con primates.
Susan Alberts, también coautora y bióloga en la Universidad de Duke, destaca que el largo periodo de estudio demuestra que el estrés detectado no depende de características individuales de unos machos alfa, sino que refleja los efectos a largo plazo entre la 'clase dirigente' de los grupos.
Ventajas e inconvenientes
Desde hace décadas, gracias a los estudios de Robert Sapolsky, que pasó muchos años investigando a los babuinos, se sabía que los varones alfa tenían ventajas a la hora de reproducirse porque conseguían más hembras y, por tanto, tenían más crías que expandían sus genes. Cuando la jerarquía era estable, estos estudios detectaron que los niveles de glucocorticoides eran bajos, pero aumentaban en momentos con una mayor inestabilidad 'social'.
Al tener datos a más largo plazo, Gesquiere y Alberts han comprobado que no es así y que las hormonas del estrés aumentan, probablemente debido a la energía que deben gastar para mantener su posición social, pero por factores psicológicos. La cuestión es que los machos alfa se ven involucrados en tantas peleas como sus colegas machos beta. Sin embargo, si hay diferencias en el número de desafíos que reciben a su poder, lo que aumenta su ansiedad, y también en la cantidad de veces que reciben requerimientos sexuales de hembras adultas y jóvenes, lo que no deja de ser un apoyo psicológico.
Alberts considera que los babuinos son "buenos modelos para identificar cual es la posición ideal a ocupar en una sociedad compleja, como la humana, bajo diversas condiciones". "Los seres humanos también viven en sociedades estratificadas y se sabe poco de los efectos de la posición social sobre la salud. Nuestros resultados apuntan a la necesidad investigarlo más y evaluar los costes y ventajas de la jerarquía en diferentes especies, organizaciones y grupos, o bajo diversas condiciones ecológicas".
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