Galicia cerró el 2007 con el peor balance demográfico de España
En la comunidad hubo durante ese año 8.318 defunciones más que nacimientos
4/7/2008
Galicia lleva dos decenios registrando más defunciones que nacimientos y el saldo vegetativo del 2007 no iba a ser una excepción. Los datos provisionales ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el movimiento natural de la población arrojan, sin embargo, un empeoramiento de esta tendencia, pues la comunidad gallega tuvo el año pasado 30.163 defunciones y 21.845 nacimientos y, por tanto, un crecimiento vegetativo negativo de -8.318 habitantes.
Este dato es peor que los registrados en los tres años anteriores y solo es mejor que el saldo vegetativo del 2003 y los años precedentes, cuando las defunciones superaban a los nacimientos siempre por encima de la barrera de las 9.000 personas.
En términos absolutos, el crecimiento vegetativo negativo es el peor de todas las comunidades españolas y supera a territorios con graves dificultades demográficas como Castilla y León (-6.768) y Asturias (-4.727). En términos relativos -comparando el número de defunciones y nacimientos por cada 1.000 habitantes-, la situación es peor en el Principado, pues los asturianos tienen una tasa de natalidad del 7,43 y una mortalidad del 11,89, la más baja y más alta respectivamente de todo el Estado.
Tasas alejadas de la media
La natalidad en Galicia se mantiene en 8,01 y la mortalidad en el 11,05, muy alejados de los valores generales que presenta España (10,95 y 8,57), que crece fundamentalmente gracias a los altos coeficientes de natalidad en el colectivo inmigrante, reflejadas en las tasas de regiones como Murcia (13,37), la más alta de las comunidades autónomas, pero inferior a la de las ciudades de Ceuta y Melilla. Galicia, en cambio, forma parte de un reducido club de comunidades con crecimiento vegetativo negativo, situadas principalmente en el norte y el oeste del territorio nacional (Castilla y León, Asturias, Cantabria, Extremadura y Aragón).
El saldo negativo de Galicia no significa que la comunidad pierde población. En los últimos datos del padrón ofrecidos por el INE quedó reflejado que en el 2007 la comunidad ganó 10.567 habitantes, en buena medida por la llegada de 13.680 inmigrantes el año pasado.
Es decir, la población envejecida con una alta tasa de defunciones y una natalidad que no logra equilibrar el saldo vegetativo se compensa en cierta medida con la llegada de extranjeros. Sin embargo, los inmigrantes aún no suponen un colectivo lo suficientemente amplio para que su presencia se note en la tasa de natalidad, como sucede en otros territorios.
De hecho, Galicia tiene el porcentaje más bajo de toda España en lo que respecta a los nacimientos de madre extranjera, tan solo un 6,76% con respecto al total (1.476 nacimientos de 21.845). Este dato contrasta con los porcentajes de la Rioja (28,81%), Baleares (28,16%), Cataluña (25,69%) o Madrid (25,52%).
Tal y como venía sucediendo los años anteriores, Pontevedra es la única provincia gallega que mantiene un saldo vegetativo positivo debido a la presencia más importante de inmigrantes. Esta provincia tuvo 178 nacimientos más que defunciones, cifra que contrasta con la sangría de A Coruña (-3.393), Ourense (-2.535) y Lugo (-2.519).
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